Se acerca el fin de semana y con él, una multitud de dudas sobre lo que suponen estos días. Navidad y Pandemia son dos conceptos que aparentemente resultan contrapuestos. Como el agua y el aceite, parece casi imposible tratar de concebir una época de reencuentro familiar y con los amigos, junto con una pandemia generada por un virus tan contagioso como este coronavirus.
¿Dónde y cómo realizar las compras de Navidad? ¿Cuándo podré darles los regalos a mis familiares? ¿Voy a gastar tanto en regalos cómo otros años? ¿Qué haré con las comidas y cenas de Navidad que hacíamos siempre? ¿Cómo puedo celebrar la Navidad si debo mantenerme lo más aislado posible? Estas y otras preguntas son un ejemplo de los pensamientos que recorren nuestra mente durante estos días. Todas ellas dejan patente que vivimos una época excepcional y que lo habitual, lo mundano, empieza a ser el cambio constante, la incógnita del qué pasará mañana.
El consumo en Navidad y la pandemia.
Sin embargo, el ser humano es un animal de costumbres, y para bien o para mal, nos cuesta aceptar y asumir un cambio de forma tan repentina. Además, todos empezamos a arrastrar cierto cansancio de lo recorrido, y la sensación de haber perdido mucho ya por el camino. A nosotros nos toca dar el punto de vista del consumo en Navidad y pandemia, claramente algo secundario en la época de Navidad, pero ni mucho menos, poco importante.
Nuestra naturaleza nos impulsa a realizarnos y representar nuestra forma de entender el mundo con la manera que tenemos de consumir. Cuando compramos un regalo a alguien, no solo es una mera transacción, estamos transmitiéndole nuestro cariño e imprimiendo un trocito de nosotros para ofrecerlo a nuestros seres queridos. Por ello, el consumismo en estas épocas, no es más que una expresión de lo que queremos transmitir al mundo. Aunque también es cierto que no siempre es necesario gastar muchísimo para hacerlo.
Por cómo somos las personas, todos tenemos claro que al final esta Navidad será diferente, pero no vamos a renunciar a regalar y encontrarnos con nuestros seres queridos, aunque tengamos que buscar maneras alternativas al encuentro físico para hacerlo. Por suerte, tenemos un montón de tecnología al alcance de nuestras manos que nos lo pone todo un poco más fácil. A su vez, la tecnología también nos permite comprar estos regalos de forma diferente. En vista de lo acontecido hasta ahora, es razonable prever, que las compras de estas Navidades serán en un alto porcentaje por la vía online. Pero no por ello, debemos olvidarnos de los comercios más pequeños que tanto están sufriendo esta crisis.
¿Gastaremos lo mismo que otros años? Menos gasto en Navidad por la pandemia.
Otra característica que probablemente tendrán estas Navidades, será que muchas personas adelantarán su gasto. Por lo que el gasto será más repartido durante los días y probablemente haya menos “compras de última hora” que otros años. Sin embargo, la pregunta que todos nos hacemos es si en conjunto, el gasto de las familias esta Navidad se verá reducida. Muchos estudios prevén que así será. Pues no solo se trata de comprar menos regalos, si no también de salir menos y generar menos ocasiones de consumo que se derivan de los encuentros personales. Esto está repercutiendo en un sector ya de por sí castigado por la pandemia, la hostelería.
También, por otra parte, tenemos un serio efecto en el turismo. Muchos de nosotros aprovechábamos estas épocas para viajar, ver los mercadillos navideños y las luces de otras ciudades. Pero este año no habrá nada de esto para la mayoría de nosotros, esto se traduce en más consumo que no realizaremos.
Lo que si es cierto es que un consumo no realizado también supone un ahorro, y el ahorro es muy necesario e importante. Según las fuentes oficiales, la tasa de ahorro de las familias españolas se ha disparado. Claramente este es un dato general, y la disparidad de situaciones en cada familia es enorme.
¿Cómo afectará el ahorro al consumo futuro?
Aquí nos llega una nueva pregunta que hacernos desde el punto de vista del consumo en Navidad y pandemia, ¿Se traducirá este ahorro en un mayor gasto en los años venideros? Otra idea que recorre las cabezas de muchos de nosotros es la de que cuando pase todo esto vamos a viajar y gastar como nunca, como una especie de revancha a este año tan austero, ¿Quién no ha oído a algún familiar o amigo decir que el año que viene va a viajar más que nunca? De hecho, puede que esa persona seas tú mismo. Pero lo cierto, es que la posibilidad de viajar también está ceñida a la disponibilidad de tiempo y no solo del dinero, por lo que existen ciertos límites a ese supuesto gasto que muchos piensan realizar en viajes.
Y vosotros, ¿Cuál pensáis que será el regalo estrella de estas Navidades en pandemia? ¿Habéis pensado ya cómo vais a conectar con vuestros familiares y amigos estos días? ¿Habéis planeado adelantar las compras navideñas respecto a otros años? Esperamos vuestros comentarios y como siempre, desde ANMA, estamos preparados para ahondar e investigar más sobre el comportamiento de consumo también en esta época. En tiempos de incertidumbre, la información y el conocimiento se vuelven de vital importancia. Os deseamos unas felices fiestas.